Claves para ser feliz cada día
Filipenses 4, 4: Esten siempre llenos de alegría en el Señor.
¿Qué es la felicidad? ¿Existirá alguien que sea feliz todos los días? Esa felicidad se conquista cada día, Dios quiere que seas feliz, que tengas plenitud cada día. Esa felicidad que Dios nos da por medio del Espíritu Santo hay que cuidarla. A veces hacemos cosas que hacen que vayamos perdiendo esa felicidad, y se nos va notando en el brillo de la mirada.
El mundo que nos rodea No nos puede dar alegría, gozo, porque no lo tiene, es una felicidad sintética, momentánea. Hoy día lo que mas hay es tristeza, desesperanza, miedo. Solo Dios nos puede dar la felicidad. Y el que No tiene a Dios No puede ser feliz, el mundo no tiene a Dios.
El Ayuno, un arma poderosa
¿Qué es el Ayuno?
El ayuno es abstenerse de comida, de bebida, de sexo, de descanso, etc. Es privarme de algo, para pasar más tiempo con Dios. Sería como darle un castigo a la carne, mitigar los deseos, las pasiones para crecer más en lo espiritual.
No se puede ayunar sin oración, un ayuno sin oración sería como hacer una dieta, pero no es un ayuno espiritual. El ayuno debe servir para acercarnos a Dios. Es decir, vamos a estar mucho mas cerca de Dios y tendremos mas fuerza para vencer esos obstáculos que nos molestan.
Ayunamos para escuchar la voz de Dios, en este tiempo que dedicamos para orar y ayunar, nuestro corazón se abre y podemos escuchar a Dios, que a veces nos cuesta tanto. Por medio del ayuno crece nuestra relación personal con Jesús.
El ayuno es voluntario, Dios no nos obliga, pero nos invita a hacerlo.
¿Como actúa el Demonio?
La acción diabólica sobre las personas reviste tres formas principales:
1 TENTACIÓN 2 OBSESIÓN U OPRESIÓN 3 POSESIÓN
1 TENTACIÓN
Tenemos dos tipos de tentaciones: las que proceden de nuestro interior, y las tentaciones diabólicas. Tengamos presente que el oficio del demonio es tentar y las razones son la envidia contra el hombre y la soberbia contra Dios (Efesios 6,11-12 y 1 Pedro 5,8).
Dios permite que seamos tentados por nuestros enemigos espirituales para darnos ocasión de mayores merecimientos. Jamás permitirá que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas. 1 Cor 10,13.
El diablo tiene su estrategia, está en que nosotros entremos en su plan de seducción y no continuemos en el camino del Señor. Nuestro camino no es fácil ni sencillo; se trata de un ejercicio que dura toda la vida; es permanente.
El Poder de la Sangre y las Llagas de Jesús.
El Padre Betancourt, una vez estaba con su grupo de oración invocando a Dios para liberar a una persona de la opresión de Satanás, pero no veían ningún resultado, ya habían echo de todo, hasta que al Padre Dario se le ocurrió orar con más insistencia a la Santísima Virgen.
El Padre dijo:
– Madre querida, María ayúdanos para que ésta persona que ha sido redimida con la preciosa Sangre de tu Hijo Jesús y curadas por sus santas Llagas, sea liberada de la opresión que tiene.
En ese momento esa persona tuvo una terrible reacción e inicio a gritar:
– ¡A esta mujer no la llame!
– Y por que no puedo invocarla?, respondió el Padre
– Por que la odio a muerte!
– Y que te ah hecho la Virgen María para que la odies tanto? preguntó el Padre
– La odio porque siendo Ella una criatura humana, ha sido la única que no he podido tocar, me siento fallido y aplastado por Ella.
Que información tan maravillosa nos había revelado el demonio.
María en la Sagrada Escritura
Te invito a reflexionar sobre aquellos pasos que nos ilustran la peculiaridad de la función materna de María y el por qué Ella es camino obligatorio para llegar a la santidad:
1) PROTOEVANGELIO de Gn 3,15
“Entonces el Señor dijo a la serpiente:Yo pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo: él te aplastará la cabeza, y tú le acecharás el talón, Gen 3,15.
Brilla aquí el primer rayo de luz después de la caída del hombre. El corazón paternal de Dios ha preparado una vía de salvación, tan compasiva y misericordiosa que sorprende: la descendencia de la mujer vencerá al demonio de la misma manera que el hombre pisa la cabeza de una serpiente. La descendencia de la mujer es, en general, el género humano; pero principalmente el Salvador Jesucristo. Jesús ha vencido por virtud propia, los otros lo hacen por su virtud.
María, por lo tanto, por su íntima asociación al Hijo de Dios es fuente de liberación contra Satanás. Por su total obediencia a Dios, Ella se ha vuelto para nosotros fuente de gracia y curación.
“El nudo de la desobediencia de Eva lo desató la obediencia de María. Lo que ató Eva con su falta de fe, lo desató la Virgen María con su fe. La muerte vino por Eva, la vida por María”.